Los cuatro elementos clásicos —tierra, agua, aire y fuego— están presentes en el Génesis y siguen siendo importantes en todo el cristianismo. Distintas corrientes de pensamiento, como la Escuela de Chartres y el cristianismo celta, han enfatizado estos elementos de distintas maneras.
En este libro único, Bastiaan Baan, un experimentado pensador espiritual, combina estos elementos con ideas de la antroposofía de Rudolf Steiner. Considera, en particular, cómo los seres elementales (espíritus de la naturaleza) se relacionan con los cuatro elementos y explora el papel de estos seres en nuestro mundo.
Se trata de una obra fascinante y original sobre las conexiones entre el cristianismo y el mundo natural.