Este apasionante libro, presentado a todo color, considera que el “clima”, en última instancia, es una expresión de la tarea fundamental de Gaia, el ser de la Tierra. Expresa la relación entre las fuerzas más inanimadas y mecanizadas del planeta como ser físico y el viaje biográficamente evolutivo más interno de la Tierra como un ser con alma, incrustado en el drama cósmico más amplio. La Tierra es mucho más que rocas, agua, gas y calor. Es más que las fuerzas combinadas de todos los cuerpos vivos que apoya desinteresadamente. El destino de la Tierra como ser de importancia cósmica está íntimamente ligado al destino de la humanidad.
En el centro de este libro está la idea de que la crisis climática es compartida por la humanidad y la Tierra como parte de nuestra evolución mutua hacia estados superiores de conciencia. La Tierra no sólo es la fuente de nuestro cuerpo, sino que ahora también depende de nuestros esfuerzos por cambiar nuestra conciencia hacia objetivos más elevados que la autosatisfacción, el entretenimiento y el consumo. El clima es la interfaz que muestra los resultados de nuestros esfuerzos por alcanzar una conciencia superior para que todo el cosmos pueda verla y evaluarla.