Regalos para el suelo

Los preparados biodinámicos representan un gesto de vida expansiva y de amor por la fuente misma de la vida, expresado especialmente en las flores que buscan regresar a su fuente. Es como si el crecimiento de las plantas estuviera inspirado no por la mera química, sino por una verdadera afinidad interior por la luz, un amor por el sol mismo.

Si no fuera por las abejas, gran parte del néctar que producen las flores se evaporaría y desaparecería de nuevo en la atmósfera. ¿A dónde va toda esa dulzura? En biodinámica buscamos retener parte de este néctar en forma de preparados biodinámicos. Idealmente, recolectamos flores frescas y las colocamos dentro de vainas que contienen naturalmente el proceso en el que influyen las hierbas medicinales. Luego los colgamos en el lado este de un edificio, donde los preparados colgantes pueden madurar casi como frutas bajo el suave sol de la mañana.

En alquimia se considera que la fuente de la fertilidad es el rocío . La lluvia es necesaria, sí, pero el rocío tiene una cualidad que engorda y enriquece y añade aceite combustible. Cuando dejamos que los preparados biodinámicos cuelguen en algún lugar donde se acumule el rocío, pero no donde el sol de la tarde pueda quemar esta preciosa fertilidad, día a día los preparados inhalan un poco más de rocío y luego se secan al tacto por fuera. Esta inhalación y exhalación rítmica del rocío hace que el preparado siga asimilando cada vez más del cosmos a medida que envejece. Steiner da la indicación de enterrar los preparativos de invierno en algún lugar donde brille el sol (mañana - este, en el hemisferio norte) pero la nieve no se derrita (a la sombra del mediodía), por lo que esto corresponde, en general, al lado este de una edificio.

Como muchos de ustedes probablemente sepan, un higo es técnicamente una flor que nunca se abre. El dulzor del interior es el néctar que se retiene a medida que el exceso de agua se evapora a través del pequeño agujero en su extremo. Dentro del higo se ve una forma natural de "miel" formándose. En los preparados biodinámicos, es casi como si las flores despertaran cada día, brevemente, a la vida y produjeran un poco más de néctar. Cuando encuentras una vejiga llena de flores de milenrama, ¿qué está pasando realmente? ¡Estamos haciendo una fruta de milenrama que no existe en la naturaleza! Estamos conteniendo y madurando el proceso floral de la misma manera que un higo produce una sustancia parecida a la miel dentro de su flor sin abrir.

Con la biodinámica estamos regalando al suelo una concentración de fuerzas y una especie de "dulzura" que naturalmente no se daría por casualidad en la naturaleza. Y ese es el secreto de la alquimia: llevar las cosas a su plenitud cuando la Naturaleza, abandonada a sí misma, no podía hacerlo.