El cristianismo como hecho místico y los misterios de la antigüedad por Rudolf Steiner

Durante el otoño y el invierno de 1901-1902, Steiner pronunció una serie de conferencias denominadas "El cristianismo como hecho místico" a miembros de la Sociedad Teosófica. Las conferencias fueron reescritas y publicadas como libro ese mismo año. Marcan un hito en el desarrollo del esoterismo occidental. Steiner escribió sobre la idea detrás de su libro:
“El título Cristianismo como hecho místico fue el que le di a esta obra hace ocho años, cuando reuní el contenido de las conferencias pronunciadas en 1902. Tenía como objetivo indicar el enfoque especial adoptado en el libro. Su tema no es sólo el lado místico del cristianismo en una presentación histórica. Estaba destinado a mostrar, desde el punto de vista de una conciencia mística, cómo surgió el cristianismo.
Detrás de esto estaba la idea de que los acontecimientos espirituales fueron factores en el surgimiento del cristianismo, que sólo podían observarse desde ese punto de vista. Corresponde al libro mismo demostrar que, por "místico", no me refiero de ninguna manera a una vaga intuición en lugar de un argumento científico estricto. En muchos círculos, el misticismo se entiende precisamente como eso y, por lo tanto, se distingue de las preocupaciones de toda ciencia "genuina".
“En este libro, sin embargo, uso el término para referirme a una 'presentación de la realidad espiritual', una realidad accesible sólo a un conocimiento extraído de las fuentes de la vida espiritual misma. Quien niegue por principio la posibilidad de tal conocimiento encontrará difícil comprender su contenido; cualquier lector que acepte la idea de que el misticismo puede coexistir con la claridad de las ciencias naturales, puede reconocer que el aspecto místico del cristianismo debe describirse místicamente”.
Este es un libro fundamental, en el desarrollo del propio Steiner, en el del esoterismo occidental y para nuestra comprensión del acontecimiento crístico. Los lectores encontrarán el desarrollo evolutivo desde los antiguos Misterios, pasando por los grandes filósofos griegos, hasta los acontecimientos descritos en los Evangelios.