El Bosque Azul es una colección de siete cuentos para dormir llenos de imaginación, uno para cada noche de la semana, y cada uno presenta uno de los siete colores. Los cuentos, ambientados en un mágico bosque azul, narran misteriosos sucesos nocturnos y las relaciones entre humanos, animales y la naturaleza.
En el primer cuento, una niña pequeña, con un vestido blanco como las estrellas y bordado con fino hilo dorado, recorre un sendero a través del bosque de árboles azules. Mientras se abre paso por el silencioso bosque, descubre un cofre lleno de joyas del que selecciona un anillo de plata. Al colocárselo en el dedo, este centellea al unísono con una estrella, que justo en ese momento se asoma entre el follaje de un árbol cercano. En el último cuento, una anciana cuida un jardín donde las flores se abren al anochecer para saludar a las estrellas. Mientras la anciana canta y planta plántulas azules, una mariposa rosa se posa en su cabeza. Cuando regresa al sendero del jardín que conduce a su casa, la mariposa rosa revolotea hacia la oscuridad del bosque, llegando a una sencilla cabaña donde duerme una niña con un vestido blanco con bordados dorados. El séptimo cuento une así los cuentos en un círculo.
Otros personajes de El bosque azul incluyen: un pájaro rojo cuyo canto melifluo inspira sueños, un niño que es guiado por un pájaro azul a un estanque turbio donde una enorme flor dorada florece ante sus ojos, un astrólogo que pinta estrellas desde su torre púrpura, una familia de peces que transporta joyas de gotas de lluvia a una cueva marina subterránea secreta, una madre y una cría de zarigüeya que se topan con un misterioso santuario verde esmeralda mientras buscan refugio de una tormenta repentina.
Los cuentos de El Bosque Azul poseen un carácter innovador y artístico que explora el género de los cuentos para dormir de una forma novedosa. Fueron concebidos y compuestos como cuentos para dormir en el sentido más enfático: sus vívidas representaciones pictóricas, sucesos enigmáticos e imágenes arquetípicas los hacen asemejarse al paisaje onírico, etéreo y no discursivo del sueño. Los cuentos despiertan la imaginación de una manera que lleva al lector y al oyente, sin interrupciones, desde los claros contornos del mundo de la vigilia al elusivo reino de los sueños.
Las luminosas ilustraciones de Stephanie Young y Tim Smith realzan maravillosamente las cualidades relajantes y mágicas de las historias.
