Rudolf Steiner, el genio multifacético y a menudo infravalorado de los tiempos modernos, contribuyó mucho a la regeneración de la cultura. Además de sus enseñanzas filosóficas, aportó ideas para el desarrollo de muchas actividades prácticas, incluida la educación, tanto general como especial, agricultura, medicina, economía, arquitectura, ciencia, religión y artes. Hoy en día existen miles de escuelas, clínicas, granjas y muchas otras organizaciones basadas en sus ideas.
La contribución original de Steiner al conocimiento humano se basó en su capacidad para realizar investigaciones espirituales, la investigación de las dimensiones metafísicas de la existencia. Con su formación científica y filosófica, trajo al campo una nueva disciplina sistemática, que permitió métodos conscientes y resultados integrales. Vidente natural desde la infancia, cultivó en alto grado su visión espiritual, lo que le permitió hablar con autoridad sobre misterios de la vida previamente velados.
Los temas incluyen: el ser humano en evolución; el cosmos como fuente de vida; plantas y la tierra viva; granjas y los reinos de la naturaleza; dar vida a los elementos químicos; suelo y el mundo del espíritu; apoyar y regular los procesos vitales; espíritus de los elementos; nutrición y vitalidad; responsabilidad por el futuro.